“Leandro De Toro: la experiencia de un entrenador argentino en China”

Leandro Andrés De Toro es un entrenador argentino de fútbol con experiencia en China. Durante su tiempo en el país asiático, ha trabajado en diferentes ciudades y en una variedad de instituciones, desde escuelas primarias hasta academias privadas y eventos deportivos nacionales. Su experiencia en un entorno cultural y lingüístico diferente lo ha obligado a adaptarse y modificar su metodología de entrenamiento, lo que le ha permitido ampliar su conocimiento técnico, táctico y físico del deporte. Además, ha participado en eventos en representación del consulado argentino y ha sido seleccionador de jugadoras Sub-15 en un campus nacional de fútbol. En su filosofía de entrenamiento, De Toro se enfoca en enseñar valores y conceptos importantes para la formación integral de los jugadores que entrena.

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¿Cómo comenzó su carrera como entrenador de fútbol y qué lo motivó a trabajar con jugadores jóvenes?

“De manera inconsciente, a los 11 años, pasaba horas jugando con muñequitos y arcos de fútbol. Los obtenía después de mi cumpleaños, ya que mis padres los compraban para decorar la torta, y los ponía sobre la mesa recreando jugadas, especialmente en ataque y tiros libres. Parece una broma, pero tiene un matiz real e interesante relacionado con la pasión y la mejor manera de descubrir la propia pasión para saber qué camino seguir.

Comencé mi carrera como entrenador en 2009, pero tuve que posponerla por motivos personales. La retomé en 2015 y a finales de 2016 me recibí de entrenador profesional, aunque ya estaba trabajando en la etapa formativa desde enero de ese mismo año. Lo que me motiva a entrenar jóvenes es que puedo inculcar conocimientos y hábitos desde cero, guiarlos para ser buenas personas con valores y prepararlos adecuadamente para afrontar la etapa profesional con todos los elementos necesarios. Muchos jóvenes no reciben una buena formación y pierden la oportunidad de seguir jugando profesionalmente, así que me siento tranquilo sabiendo que los jóvenes que yo entreno no perderán su tiempo”.

¿Cómo describiría su estilo de entrenamiento y su enfoque para trabajar con jugadores jóvenes? ¿Hay alguna filosofía o método particular que haya utilizado y encontrado efectivo?

“Para aplicar una metodología y unos métodos de entrenamiento, es necesario analizar varios factores del lugar donde se comenzará a entrenar, especialmente si se trata de un equipo de jóvenes a nivel con objetivos formativos o recreativos, o bien competitivos. Actualmente, existen cuatro tipos de metodologías en el fútbol formativo, pero yo prefiero potenciar siempre la creatividad, la toma de decisiones y la integración de todos los elementos: técnica, táctica, físico y psicológico, de manera progresiva. Por eso, mi tipo de metodología es la Estructurada. Si bien existen otras metodologías como la Analítica/Pluridisciplinar, Integral/Global o Mixta, no son malas, simplemente elijo la Estructurada porque me siento más identificado con este método al sentir y enseñar el fútbol de esta manera”.

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta al trabajar con jugadores jóvenes y cómo los aborda?

“Cada jugador joven tiene su propia realidad deportiva, social y económica, su contexto familiar y personal, y la institución deportiva también tiene su propio contexto. El primer paso es realizar un análisis completo y plantear una metodología con sus planes de acción correspondientes. En mi experiencia, he tenido situaciones en las que solo me he enfocado en el rendimiento deportivo del equipo, mientras que en otras he tenido que prestar atención a las cuestiones personales de los jugadores junto con lo deportivo. En cualquier caso, al llegar a un equipo de fútbol de jóvenes, lo primero que hago es explicarles las reglas de conducta y los hábitos que deben adquirir, y luego les brindo el mayor apoyo posible en lo psicológico, ya que cada jugador joven es un mundo aparte debido a los factores mencionados anteriormente. Después o simultáneamente, se comienza con la preparación deportiva, haciendo seguimiento a los progresos del equipo con los entrenamientos.”

¿Cuál es su opinión sobre la importancia del desarrollo de habilidades técnicas versus habilidades tácticas en el fútbol formativo?  ¿Hay alguna área en particular en la que se centre para mejorar y desarrollar a los jugadores jóvenes?

“Tienes dos tendencias de entrenadores: los que priorizan los aspectos técnicos y los que priorizan los aspectos tácticos. Depende de la filosofía y metodología de enseñanza, no solo del fútbol, sino también deportiva del lugar o del país en el que uno trabaje. Si tuviera que elegir una, preferiría basarme en un enfoque táctico (siempre adaptándolo a la edad y realizando progresión desde lo más simple a lo más complejo) y, a partir del juego o situación real de partido, desglosar y entrenar los aspectos técnicos, así como los físicos, cognitivos, las tomas de decisiones, etc. Creo que esta forma es más compleja y motivante para el jugador, ya que aprenderá y experimentará muchas más situaciones reales de juego durante los entrenamientos. Por lo tanto, estará más preparado para resolver problemas o situaciones diferentes en los partidos competitivos. Hay un factor invisible muy importante que afecta en los partidos competitivos, que es el estrés. Cuantas más herramientas tenga el jugador, mejor manejará el estrés y, por ende, la concentración, atención y autoconfianza.”

¿Qué papel juegan los aspectos psicológicos y emocionales en el desarrollo de jugadores jóvenes?

“Se entrena con igual importancia en la técnica, la táctica y la condición física. El estrés, las presiones, la concentración, la atención, las tomas de decisiones, la motivación, la autoconfianza, son aspectos que los jóvenes experimentan constantemente durante su formación. Por ejemplo, no es lo mismo un jugador joven que juega como titular que uno que es suplente, o un jugador joven que es integrado al grupo en comparación con uno que no lo es, o si un jugador joven recibe mucha atención del entrenador en comparación con otro que no la recibe, o la presión que la familia ejerce o no ejerce sobre el jugador joven para que se convierta en profesional y ayude económicamente, etc. Todo esto se suma a los cambios fisiológicos y las experiencias sociales que un joven experimenta durante su crecimiento. Otro momento clave es el cambio de etapa, al pasar de la etapa formativa a la juvenil y de la juvenil a la profesional. Hoy en día, el papel del psicólogo deportivo es importante en los clubes de fútbol, especialmente en las etapas formativas.”

¿Cómo mantiene motivados a los jugadores jóvenes durante el proceso de entrenamiento y desarrollo?

“La clave está en los ejercicios, que sean variados, creativos, lúdicos, competitivos y, sobre todo, que enseñen. La intensidad de realización también activa a los jugadores, pero depende de los objetivos y el momento de la planificación en el que nos encontremos. También es clave que los jóvenes compitan en torneos. La motivación por jugar el partido competitivo el fin de semana permite que ellos entrenen con ganas durante la semana.”

¿Cómo ha sido su experiencia trabajando en el extranjero, específicamente en China? ¿Cómo ha sido la adaptación a una cultura y un entorno futbolístico diferente al que estaba acostumbrado?

“Depende mucho de cada uno cuánto está abierto para entender y adaptarse a una nueva cultura. Mi primera experiencia fue en Beijing y me ayudó mucho porque es una ciudadgrande e importante, donde se pueden encontrar comidas o lugares de interés similares al entorno de donde uno viene y también hay presencia de extranjeros occidentales que permiten tener una vida social más o menos similar a la de uno. También tuve suerte porque en ese primer viaje lo realicé junto a otros 4 entrenadores argentinos y, aunque trabajamosen diferentes lugares, siempre buscábamos el momento para juntarnos y compartir momentos. En cuanto al entorno futbolístico, tuve que ir cambiando mi forma de enseñar y de aplicar metodología debido a las grandes diferencias en el sistema que posee China en comparación con el sistema occidental.”

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentó al hacer la transición a una nueva cultura y entorno de trabajo?

“Tratar de adaptarme a una sociedad en la que el fútbol no es una actividad importante y mucho menos pasional fue un gran desafío. En cuanto al entorno futbolístico, tuve que intentar planificar una metodología en la que se respeten las funciones y los roles, se fomente la comunicación, se planteen objetivos, se mantenga un desarrollo y progreso en la planificación y se promuevan las competencias. Todos estos puntos no están bien definidos en China y generaron muchos momentos de desacuerdo, que son difíciles de modificar porque el sistema ya es así.”

¿Ha tenido que adaptar su estilo de entrenamiento a la cultura y la mentalidad de los jugadores chinos?

“En China se entrena con una metodología analítica, en la que se trabaja por separado cada elemento, especialmente la técnica, con muchas repeticiones y pocas variantes. Mi estilo es occidental y utilizamos una metodología más global, pero al trabajar en China busqué encontrar un punto medio que se adaptara a los chinos sin perder mi esencia, por lo que utilicé una metodología más integral.”

¿Ha notado algún impacto en el desarrollo del fútbol chino desde que comenzó a trabajar en China? ¿Cómo ve el futuro del fútbol en China?

“He trabajado en diversas ciudades, tanto grandes como pequeñas, en el norte y en el sur, y trato de fomentar que el sistema de enseñanza chino amplíe su enfoque, en lugar de quedarse limitado a un solo estilo. Esto se debe a que en los últimos años, el fútbol chino no ha crecido a la misma escala que otros países vecinos, como Japón. Quiero destacar el crecimiento del fútbol femenino en China, aunque esto se debe más a cuestiones culturales. Las jugadoras demuestran una actitud competitiva diferente en comparación con el equipo masculino.”

¿Qué diferencia a los jugadores chinos de los jugadores de otros países (por ejemplo Argentina) en términos de actitud hacia el deporte y cómo influye en su formación?

“La pasión por jugar y la actitud competitiva es la gran diferencia.”

¿Cómo aborda las barreras del idioma y la cultura en su trabajo con jugadores jóvenes en China?

“Con la ayuda de un asistente traductor, aprendiendo palabras puntuales en chino y combinando la explicación con la demostración de lo que busco, durante el entrenamiento y también durante la competencia, me apoyo en una pizarra para explicar los movimientos y correcciones. Además, utilizo señas específicas para que ellos sepan que si no me entienden cuando hablo o no escuchan al traductor durante el partido, puedan entender con una simple señal que hago con mis manos y brazos.”

¿Qué lecciones ha aprendido en su trabajo como entrenador de fútbol formativo en China que podrían ser aplicables en otros países o en otras áreas de su vida?

“La importancia de tener una buena estructura de entrenamiento. También es importante destacar la habilidad que tiene China para manejar eficientemente la logística en situaciones con una gran cantidad de personas moviéndose de un lugar a otro.”

¿Cómo cree que la experiencia de trabajar en el extranjero ha enriquecido su perspectiva sobre el fútbol y la vida en general?

“La experiencia que se obtiene al trabajar en un país con cultura, lenguaje y costumbres diferentes te obliga a abrir la mente y a ver las cosas y situaciones desde otra perspectiva, lo que también enriquece la parte metodológica porque te obliga a adaptar la metodología de entrenamiento a un lugar donde es diferente a la que se usa como jugador o entrenador. Esta experiencia te obliga a ampliar tus conceptos técnicos, tácticos y físicos en la enseñanza del fútbol. Trabajar en diferentes ciudades de China, en el norte y el sur, en eventos, charlas, escuelas primarias, escuelas secundarias y academias privadas, me ha dado mucha experiencia.”

¿Cómo se siente al ser parte del desarrollo de la próxima generación de futbolistas chinos?

“Soy solo un grano de arena en una inmensa playa, pero espero haber dejado algo en cada uno de los chicos y chicas que han pasado por mis entrenamientos.”

¿Qué ha sido lo más gratificante de su trabajo como entrenador de fútbol formativo en China?

“El cariño de los chicos y chicas que, después de haber entrenado conmigo, continúan recordándome y escribiéndome.”

Sabemos que trabajó para una empresa argentina de fútbol en Shanghái. ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Qué tipo de proyectos y actividades llevó a cabo?

“En Shanghai, tuve una de las experiencias más enriquecedoras en China. Participé en eventos representando al consulado argentino, realicé entrenamientos personalizados en diferentes academias, así como en escuelas primarias y secundarias, tanto para equipos masculinos como femeninos.”

¿Hay alguna experiencia particular que haya tenido mientras trabaja en China que haya sido especialmente significativa para usted?

“En el 2020, participé en un campus nacional de fútbol en la ciudad de Qingdao, donde junto a otros cinco entrenadores extranjeros, tuvimos la responsabilidad de seleccionar a las mejores jugadoras Sub-15 del país. Cada provincia presentó un selectivo de 33 jugadoras y a través de competiciones y la elaboración de informes con una variedad de criterios, debíamos elegir a las 44 mejores jugadoras finalistas de todo el país.”

Finalmente, ¿qué consejos les daría a los entrenadores jóvenes que buscan seguir sus pasos y tener éxito en el mundo del fútbol formativo?

“Si viajan a otro país, deben estar abiertos a la experiencia y entender que cada país tiene su cultura y sus formas propias. Es importante que busquen la manera de adaptarse y aportar su esencia. Si desean ser entrenadores profesionales y dirigir algún plantel, no está mal tener esa ambición, pero si están en la etapa formativa, es necesario que presten atención, respeten los tiempos y sean docentes y formadores para que los chicos que entrenan puedan tener una buena formación y con los años puedan avanzar en lo personal. Cuando estén con los chicos, deben enfocarse en ellos. En mi caso personal, trato de enseñarles valores y conceptos que a mí me hubiese gustado recibir en mi etapa de formación como jugador o repetir lo bueno que me inculcaron.”

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